Parasha Bamidbar

 

Y hablo Yhuh a Moshé en el desierto de Sinaí, en Tienda de Reunión en uno de el mes el segundo, en el año el segundo de salir de ellos de tierra de Egipto, diciendo: Tomad et censo de toda comunidad de hijos de  Israel por sus familias, por casa de sus padres, por lista de nombres, todo varón por sus cabezas. De hijo de veinte año y mas, todo saliente ejercito en Israel, contareis a ellos por sus ejércitos tú y Aharón.

 

   Primera porción del Libro de Números, que en hebreo lo han llamado Bamidbar. Y este es el nombre de la primera porción, Bamidbar, y significa “en desierto” o “en el desierto” si quieren decirlo. Este nombre viene de la quinta palabra desde el comienzo, que dice: Y hablo Yhuh a Moshé en desierto o en El Desierto de Sinaí. “En el desierto”, el nombre es bien profético también.

   Entonces comenzamos este nuevo libro, el libro de Números. Muchos tesoros esperan para nosotros en este libro conoceremos la verdad que está en el libro de Números y nos hará libres la verdad. Y qué mejor que tener el mejor de los profesores, el más maravilloso de todos los profesores y maestros para que nos enseñe acerca del libro En el desierto-Bamidbar, que mejor que tener a YESHUA mismo.

   Entonces, invocamos el nombre de YESHUA en este segundo, e invitamos al maestro, al profesor YESHUA El Mesías de Israel, a que nos ensene, a que prepare nuestros corazones para recibir ese precioso tesoro de revelaciones que está en el libro de Números.

   Bendito eres Tú YESHUA, nosotros invocamos Tu Nombre, y te decimos bienvenido eres como nuestro maestro, como nuestro todo, a esta reunión, a este tiempo que queremos pasar y dedicar a Ti No hay nadie como Tú, Tú solo enseñas palabras de vida, Tú eres la Verdad, eres El Camino, y eres la vida. Y te pedimos que nos dirijas, que dirijas nuestros corazones hacia lo que es verdadero, y que nuestro corazones, Señor, expulsen todo lo que no es verdadero. Líbranos Señor de toda atadura que nos pueda cegar, y haznos Señor volar en alturas, en alas de águila. Para conocer como Tú conoces las cosas, para ver como Tú ves las cosas, en Tu Poderoso Nombre YESHUA. Y en tus Misericordias inmensas y tremendas, que un rio Señor de agua nuevo Señor, este rio Señor en el desierto, este rio que nace del libro Bamidbar, del libro en el desierto. Como dice Tu Palabra; que vas a establecer manantiales en el desierto, y lagos en las sequedades. Entonces Señor establece un manantial en el desierto del libro en el desierto, que nosotros podamos beber y entender acerca de las aguas de vida, acerca del refrigerio que está en Ti y en tus Mandamientos. Acerca de la verdad que libera, acerca de Tu maravilloso Amor, acerca de los errores de nuestros padres, y acerca de la verdad en la cual tenemos que caminar en este tiempo que se avecina.

   Te pedimos especialmente Señor, que el mensaje que estas entregando toque a los niños de todas las edades Señor, desde los más pequeñitos hasta los más grandes, que sean todos tocados por ti, por la Palabra, por la revelación que tiene, especialmente, este libro que estamos leyendo ahora Señor. Y haz la obra, esa maravillosa, que solo el leer progresivamente la Torá, puede hacer la vida de tus hijos. Como en las sendas antiguas, como en los tiempos pasados que se leía progresivamente, comenzando desde el principio y avanzando hasta el final como en un rollo. Haz esa obra Señor que solo puede hacerla la lectura progresiva, fórmanos Señor, fortalécenos, libéranos, danos de la sabiduría y del amor que está en Ti. Y te agradecemos por escuchar esta oración. Danos un entendimiento profético de lo que leemos, y salva a Tu pueblo YESHUA, salva el remanente de Jerusalén, al remanente de Israel, salva a la nación de Israel, tenla segura Señor. Y cuando digo salva, me refiero a lo que Tú defines por salvación, y no a lo que el hombre define por salvación.

Sabemos que Tú hablas verdad, y lo que Tú has dicho lo vas a hacer. Y te damos la Gloria y la Honra de antemano, en el Poderoso Nombre tuyo YESHUA.

   No hay nadie como Tú YESHUA Adonenu. Alabanza y Gloria a Tu Santo Nombre Haleluyah, Haleluyah, Amen!!!

   Bendito es Él, Bendito es Él. Y grande es Su Nombre. Haleluyah!

 

   Bendiciones hermanos, bienvenidos, los bendigo en el Poderoso Nombre de YESHUA, y bendigo vuestra casas, vuestra familias, en el Nombre de YESHUA.

    Le pedimos al Señor que continúe escribiendo en vuestro corazón la preciosa Torá, y en nuestras mentes también YESHUA. Haleluyah! Haleluyah! Haleluyah!

   Este es el momento en donde nos acercamos hacia Su Torá, a ese refrigerio que tiene la maravillosa Torá para nosotros, en este segundo, y en este Shabbat, el día bendecido y Santo que el Señor ha dado.

   El libro de Números entonces, comienza con la instrucción esta, de un censo. El Señor ordena a Moshé y a Aharón que hagan un censo sobre todos los hijos de Israel.

   Dos veces durante la Tora es ordenado hacer un censo sobre los hijos de Israel, dos veces. La primera vez es al salir de Egipto y la segunda vez es al terminar los cuarenta años, al aprontarse a entrar en la tierra prometida.

   En la historia de Israel, el rey David también hizo un censo, 1Crónicas 21 dice: Pero el enemigo  s a t a n a s  se levanto contra Israel, e incito a David a que hiciese censo de Israel. Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id haced censo de Israel desde Beersheva hasta Dan, e informadme sobre el numero de ellos para que yo lo sepa. Y dijo Joab: Añada Yhuh a Su pueblo cien veces más, rey mío.

   Y el versículo 7 dice: Así mismo esto desagrado a ELOHIM, e hirió a Israel. Entonces dijo David a ELOHIM: He pecado gravemente al hacer esto; te ruego que quites la iniquidad de tu siervo porque he hecho muy locamente.

   Los censos deben ser hechos cuando El Señor ordena a los hijos de Israel hacer censo. Al parecer esto pasa por el orgullo, y es por eso que desagrada a ELOHIM.

 

   Sigo leyendo de Números uno, el versículo cinco:

   Y estos nombres de los hombres que ayudaran a vosotros De Rubén, Elitsur hijo de Tsedeur. De Shimeón, Shlumiel hijo de Tzurishadai. De Yehudá, Naashón, hijo de Aminadab. De Isachar, Natanael hijo de Tzuar. De Zbulum, Eliab hijo de Helón.

   De los hijos de Yosef De Efraim, Elishama hijo de Amihud. De Manashé, Gamaliel hijo de Pedatsur. De Benjamín, Abidan hijo de Gedeoni. De Dan, Ahiezer hijo de Amishadai. De Asher, Paghiel hijo de Ocran. De Gad, Elisaf hijo de Deuel. De Neftalí, Ahira hijo de Einan. Estos nombrados de la comunidad de dirigentes tribus de sus padres cabezas de millares de Israel, ellos. Y tomo Moshé y Aharón et los hombres los estos que designaron por nombres y et toda la comunidad reunieron en uno del mes segundo e indicaron origen por sus familias, por casa de sus padres, por listas de nombres, hijo de veinte año y mas por sus cabezas; como mando Yhuh et Moshé, así los conto en el desierto Sinaí.

 

   Entonces a partir del versículo veinte comienza a dar los resultados de este censo, y voy a leer el versículo veinte que comienza con el primogénito; con la tribu del primogénito de Yaacov, de Israel, que era Rubén:

   Y fueron hijos de Rubén, primogénito de Israel, sus generaciones, por sus familias, por casa de sus padres, por lista de nombres, por sus cabezas, todo varón de hijo de 20 año y mas todo saliente ejercito cuenta de ellos de Tribu de Rubén seis y cuarenta mil y cinco cientos.

   Y continua …

   Y de hijos de Shimeón sus generaciones por sus familias.

   Y detalla todas las doce tribus de Israel, partiendo por Rubén, después Shimeón, Gad, Yehudá, Isachar, y zbulum.

   Y en el versículo treinta y dos, se describen a los hijos de Yosef. Se menciona a Yosef, y a los hijos de Yosef, que son Efraim y Manashé:

   De hijos de Efraim, sus generaciones por familia, de casa de sus padres, por lista de nombres de hijo de veinte años y más, todo saliente ejercito.

   Hay que poner atención cuando se hace una cuenta de los hijos de Israel, ELOHIM siempre ordena contar los que son de más de veinte años de edad, y solo los varones. Esto nos puede ayudar a entender en algunas profecías, por ejemplo la profecía maravillosa acerca de los 144 mil sellados. Los que mantienen los Mandamientos de Elohim, y tienen el testimonio de YESHUA El Mesías, son 144 mil varones, y a esto habría que agregar mujeres y niños. Este grupo es mucho más grande que 144 mil.

   Recordemos que El Libro de Apocalipsis, cita muchas veces y de muchas formas a la Tora (Al que le interesa más el tema, puede escuchar el estudio llamado, La Tora en el Apocalipsis).

   No hay ninguna desconexión entre la Tora y El Apocalipsis, el mensaje es el mismo. Pueden ver ustedes que el mensaje del Señor es tan poderoso y tan maravilloso, que solamente recibir una pequeña porción del mensaje, nos bendice de una tremenda forma.

   Pero nosotros no queremos quedarnos a las puertas del Reino de los Cielos, sino entrar en la Plenitud de él a beber de los tesoros de la verdad y seguir avanzando. No estancarnos, y abrazar verdades y proclamarlas absolutas y no movernos nunca más de ahí, sino avanzar en él y recibir verdad de nuestro Maestro y Señor YESHUA.

 

   Entonces, como yo les iba diciendo, se cuentan todos los hijos de Israel pasando por la Casa de José con Efraim y Manashé, no contando a Yosef como una tribu, sino que a Efraim y Manashé como tribus, y completando así el numero de doce de nuevo. Rubén, Shimeón, Gad, Yehudá, Isachar, Zbulum, y después Efraim, Manashé, que son los hijos de Yosef, y sigo, Benjamín, Dan, Asher y Neftalí. Doce tribus de Israel sin contar los Levitas, Los Levitas ya no van a ser considerados más una tribu de Israel, pero si un grupo. Al terminar de estudiar esta porción vamos a entender mejor esto.

   Entonces llegamos al versículo cuarenta y cuatro. No  vamos a leímos todos los detalles de la cuenta de los hijos de Israel, pero vamos a leer la conclusión. En el versículo cuarenta y cuatro de Números uno, dice así:

   Estos los contados que conto Moshe y Aharón, y dirigentes de Israel dos diez hombre cada uno de casa de padres de él eran. Y eran todos contados de hijos de Israel, de casa de sus padres, de hijo de veinte año y mas, todo saliente ejercito en Israel, y fueron todos contados, seis cientos mil y tres mil y cinco cientos y cincuenta seis cientos tres mil quinientos cincuenta.

 

   Haleluyah! por esto. Porque ELOHIM es fiel para cumplir Sus Promesas. El primer censo aparece en el libro de Números, capitulo uno, que estamos leyendo. Y es segundo censo aparece en el libro de Números también, en el capítulo veintiséis, hacia el final del libro de Números en la tierra de Moab.

   Pero concentrémonos en este censo, este es el primer censo que se hace, van a pasar muchas cosas más adelante con los hijos de Israel, y muchos van a perecer durante el tiempo en el desierto. Y yo digo Haleluyah por esto porque, no sé si saben ustedes, los astrónomos dicen que cuando se mira el cielo en una noche despejada, la cantidad de estrellas que puede ser vista es aproximadamente, quinientos mil estrellas en el cielo.

   Recordémonos de la promesa que ELOHIM le hace a Abraham, por allá en el Génesis capitulo quince, versículo cuatro:

   Y he aquí palabra de Yhuh, a él para decir, no te heredara este, sino más bien el que saldrá de tu cuerpo, él te heredara; y saco a él afuera, y dijo: mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas si puedes contar a ellas, y dijo a él: Así será tu descendencia. Y creyó en Yhuh, y la conto para el justicia.

 

   Haleluyah!

   Entonces, la promesa que Elohim hizo a Abraham, de que la descendencia será como las estrellas del cielo, fue ya cumplida en este tiempo cuando Israel sale de Egipto. El Señor es fiel para cumplir Sus promesas, pero todo esto no termina aquí.

   Después de todos los juicios por los cuales va a pasar Israel, mientras esta en el desierto, al final, cuando se hace el segundo censo, la promesa sigue siendo cumplida.

   A pesar de que toda la generación que salió de Egipto, salvo dos personas, murieron en el desierto. Y a pesar de todos los juicios que van a pasar dentro del tiempo que pasan en el desierto, donde miles van a morir, incluso decenas de miles, sigue siendo la promesa cumplida. Porque el segundo censo también retorna un resultado de más de seiscientos mil varones de más de veinte años. Gloria al Nombre de YESHUA.

 

   Sigo leyendo, versículo cuarenta y siete:

   Y los Levitas por tribu de sus padres no fueron contados entre ellos.

   Y hablo Yhuh a Moshe, diciendo: Cierto et tribu de Levi no contaras, y et su censo no tomaras entre los hijos de Israel; y tú nombra et los levitas en El Tabernáculo de el Testimonio, y en todos sus utensilios, y en todo lo que para él, ellos llevaran. et el Tabernáculo, y et todos sus utensilios, y ellos lo cuidaran. Y alrededor del Tabernáculo acamparan, y cuando se traslade El Tabernáculo desmontarán a él los Levitas. Y cuando acampar el Tabernáculo levantarán a él los levitas y el extraño que se acerca morirá.

   Y acamparán hijos de Israel cada en su campamento y cada por su bandera por sus divisiones. Y los levitas acamparán alrededor del Tabernáculo el Testimonio y no será ira sobre comunidad de hijos de Israel. Y guardarán los Levitas et cuidado de Tabernáculo el testimonio. E hicieron hijos de Israel como todo lo que mandó Yhuh a Moshe, así hicieron.

 

 Esta advertencia de que el extraño que se acerca al Tabernáculo morirá y que la ira del Señor se levantará si se acerca un extraño, es confirmada en el futuro por allá por los tiempos del rey David, cuando ya están en Israel mismo.

   El rey David decide llevar el arca del pacto a Jerusalén. Y leemos lo que pasó en segunda de Samuel seis, leo de una traducción no literal y no lineal:

   David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel treinta mil. Y se levantó David y partió de Baalá de Yehudá con todo el pueblo que tenía consigo para hacer pasar de allí el arca de Elohim sobre la cual era invocado el nombre de Yhuh de los ejércitos que mora entre los querubines. Pusieron el arca de Elohim sobre un carro nuevo y la llevaron a la casa de Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahio, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.

   Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab, que estaba en el collado, con el arca de Elohim, Ahio iba delante del arca.

   Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Yhuh con toda clase de instrumentos de madera de haya; con arpas , salterios, panderos, flautas y címbalos

Hasta ahora parece todo estaba bien y que era una gran fiesta llevar el arca …

   Cuando llegaron a la casa de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Elohim, y la sostuvo porque los bueyes tropezaban. Y el furor de Yhuh se encendió contra Uza Y lo hirió Elohim por aquella temeridad y cayó allí muerto junto al arca de Elohim Y se entristeció David por haber herido Yhuh a Uza, y fue llamado aquel lugar Pérez-Uza, hasta hoy.

 

   Entonces lo que podemos apreciar aquí, es que las buenas intenciones de David tenían que ir junto al orden del Señor. Y el orden del Señor está establecido en su Torá, y los que no son Levitas no pueden tocar el arca ni pueden acercarse al Tabernáculo de reunión a llevar los utensilios santos.

   Fíjense el Señor dice no cuenten a los Levitas entre los hijos de Israel. Al parecer el sacerdocio, los que son de la línea del sacerdocio, el Señor ni si quiera los quiere contar entre los hijos de Israel. No sabemos qué es lo que es, pero sabemos que el Señor les dio órdenes especiales a los Levitas para mantener mandamientos especiales, y que puso una unción en ellos que no está en otras personas.

   Elohim es soberano para decir que así lo hace, y si así él lo decidió esto es algo bueno. Entonces la ira del Señor se levanta si los que no son Levitas se acercan al Tabernáculo o al Arca del Pacto. Esto se va a repetir más adelante, de hecho en estos tiempos vemos que se ha repetido de alguna forma.

   Cuando ya hace bastantes años el hermano Ron Wyatt se acercó al Arca del Pacto y estuvo cavando hasta poder encontrarla, acá en Jerusalén, algo que es ignorado mundialmente pero conocido por aquellos que tiene ojos para ver, este mismo hermano relató que habían personas que trataron de mover el arca pero que perecieron al acercarse.

   Y en palabras de él mismo, él manifestaba que con este asunto del arca del pacto, siendo encontrada acá en Jerusalén, por entrar en desorden, y acercarse al arca del pacto habían perecido alrededor de quince personas. Esto no es un juego, el arca del pacto es santa, las instrucciones del Señor están vivas.

   YESHUA dice que no se le va a cambiar ni una coma, ni un tilde, ni una yod a la Torá. Que Él no vino a cambiarla, y que nada va a ser cambiado de la Torá. Es tiempo de volver a las palabras de YESHUA, de aceptar el mensaje que YESHUA nos dio con respecto a la Torá, y rechazar toda enseñanza de hombre. Todos decimos esto y todos estamos de acuerdo con esto, pero el problema es que para las personas que siguen enseñanza de hombre, sigue siendo difícil de comprender, de que las enseñanzas que están siguiendo son de hombre, de que ellos están siguiendo a un hombre y no a YESHUA.

   Fíjense si yo estoy siguiendo a un hombre, por muy santo que sea el hombre, y por mucha sabiduría que tenga la persona que estoy siguiendo, se transforma en un anti mesías. Fíjense, esto es grave, si yo sigo a Pedro y no a YESHUA, Pedro se transforma en un anti mesías. Tengo que seguir a YESHUA, la base es YESHUA. Y sabemos que YESHUA es la Torá, lo sabemos y lo creemos, y de esta forma podemos comprender que el caminar hacia nuestro Señor, esto es, donde YESHUA es nuestro todo, esa es la única forma en que Él desea que nosotros lo sigamos.

   Tenemos una relación con Él, Él es nuestro Elohim, él es nuestro Dios, Él es nuestro Señor, Él es nuestro Pastor, Él es nuestro Maestro, él es nuestro Todo, él es nuestro Juez y debemos confesarlo como todas estas cosas.

   El pensamiento absoluto ha hecho creer que la biblia es la palabra de Dios, pero la verdad es que en la biblia hay palabra de Dios y no la biblia es la palabra de Dios. Voy a ir un paso más atrás y ya no voy a llamar a este libro la Biblia sino que la llamo las Escrituras. Entonces las escrituras están compuestas de palabra de Elohim, Haleluyah! Pero también existen palabras de hombre, y también existen visiones, y también existen historias, y también existen palabras que no son de Elohim, palabras del enemigo. Sí, hay palabras que dijo el enemigo S-a-t-a-n (no lo pronuncio lo deletreo), y que están escritas en la Biblia, y no sucede solo una vez, esto sucede muchas veces. Hay palabras de hombre que son terribles, como por ejemplo cuando Aharón dice en el desierto: Estos son tus dioses oh Israel que te han sacado de Egipto, refiriéndose al becerro ese que hizo de oro. Esa no es palabra de Elohim queridos hermanos, esa es una palabra terrible de hombre.

   Entonces con este entendimiento, podemos saber qué es lo que es un rio de agua viva, dentro de las Escrituras.

   YESHUA puso en un diferente nivel a la Torá y los Profetas en las escrituras, y en los Profetas nosotros podemos ver que Elohim pone en un diferente nivel a la Torá misma. En los Salmos lo podemos ver.

   Entonces entendemos que los Salmos la Torá y los Profetas, como dijo YESHUA la Torá y los Profetas hasta Juan, entonces son libros especiales. Son libros que contienen palabra de Elohim, son libros ricos en palabra de Dios.

   Pero el resto de los libros como por ejemplo: Primera de Samuel, segunda de Samuel, primera de Crónicas, segunda de Crónicas, primera de Reyes, segunda de Reyes, Nehemías, Esdras. Estos libros no son proféticos, son libros más de historias, que son crónicas. Segunda de Samuel es una crónica hay palabra de Elohim en segunda de Samuel, y las historias que son relatadas son proféticas.

   Pero el estero de la palabra de Elohim, el rio de la palabra de Elohim está fuertemente liberado y entregado a través de la Torá, los Profetas y los Salmos. Este es el lugar donde tenemos que construir la casa, la casa nuestra debe ser construida sobre la roca y la roca es YESHUA que es la Torá. No podemos separar a la roca de su palabra como nadie puede ser separado de su voz, cuando usted escucha una grabación de alguien que habla, usted no dice es la voz de esta persona, sino que dice es esta persona. Se ha dado cuenta?

   Bueno, lo mismo para Elohim y su Dabar, y su Palabra, y su Verbo. Las palabras de Elohim son Elohim mismo, pero las que no son de Elohim palabras no son la roca en la cual debemos de construir nuestra casa. La casa debe estar construida en YESHUA en las palabras de Él, y las que no son palabras de Él, no es un lugar para construir una casa.

   A la religión judía se le ha criticado mucho que siguen escritos de hombre, lo cual es verdad. Recuerdo el testimonio de una persona que era un religioso judío, y en algún momento empezó a darse cuenta que había una tremenda diferencia entre los libros de los profetas y los libros de hombres que tanto se leen y se aprenden con tantos mandamientos en la religión judía. Y él decía, descubrí que había una diferencia esencial entre por ejemplo el talmud y los libros de los profetas. En los libros de los profetas yo veía que decía el Señor dice así, pero en los libros de los hombres o en el talmud y en los otros libros no decía jamás el Señor dijo, son puras palabras de hombre. Entonces las personas con trasfondo cristiano cuando escuchan esto me van a decir; sí, muy bien, tienes toda la razón.

   Pero es tiempo de que nosotros nos detengamos a ver qué es lo que nosotros estamos haciendo, y a quien nosotros estamos siguiendo. Y descubramos si estamos siguiendo algún libro como aquellos que tiene la religión judía donde no dice nunca el libro así dice el Señor Bueno, si usted descubre que usted está siguiendo algún libro hermano donde no aparece la palabra así dijo el Señor, donde no aparecen las palabras del Señor, y si apuesto aquellos libros por sobre las palabras mismas de YESHUA, por sobre los libros donde el Señor habla en primera persona, como todos los libros de Isaías, Jeremías, de todos los profetas, o como la Torá misma donde el Señor habla en primera persona. O como por ejemplo el libro de Mateo, donde el Señor habla en primera persona también, entonces es tiempo de que retornemos a YESHUA.

   Si lo que yo le digo a abierto vuestros ojos, por favor hermano retornen a YESHUA, y a las enseñanzas de YESHUA. Es tiempo de volver al maestro, Él es la roca de nuestra salvación, las enseñanzas de hombres no nos van a salvar, son dulce en la boca pero amargan el vientre, son fáciles y agradables de leer pero amargan el vientre. Volvamos a las palabras del Señor, y mantengamos sus mandamientos. Haleluyah!

   Continuamos con el libro en el desierto, Números capítulo dos versículo uno:

   Y habló Yhuh a Moshe y a Aarón diciendo: Hombre junto a su bandera con enseñas de casa de sus padres acamparán hijos de Israel, a distancia alrededor de tienda de reunión acamparán. Y los acampantes al este al levante, o sea donde se levanta el sol, bandera de campamento de Yehudá por sus divisiones y jefe de hijos de Yehudá Naasón ,Nahashon en hebreo, hijo de Aminadab y su división y contados de ellos cuatro y sesenta mil y seis cientos.

   Y los acampantes juntos a él tribu de Isachar y jefes de hijos de Isachar Natanel ben Tzuar hijo de Tzuar, y su división y contados de él cuatro y cincuenta mil y cuatrocientos. Tribu de Zbulum y jefes de hijos de Zbulum Eliab hijo de Helón, y su división y contados de él siete y cincuenta y mil y cuatrocientos, todos los contados del campamento de Yehudá cien mil y ochenta mil y seis miles y cuatro cientos por divisiones de ellos primero marcharán.

 

   El Tabernáculo estaba al centro del campamento, el Tabernáculo y la tienda de reunión, y Elohim da las órdenes ahora de cuál va ser la formación de los hijos de Israel alrededor del Tabernáculo. También define esta formación como formación de marcha, y fíjense que pone a Yehudá primero, la tribu de Yehudá va primero. Va junto a Isachar y Zbulum y ellos van hacia el Este, primeros hacia el Este ,como dice el versículo nueve ,primero marcharán. O sea en marcha van ellos hacia el Este, al parecer el Tabernáculo, mientras se movía en el desierto cuando lo llevaban y lo desmantelaban, lo comenzaban siempre caminaban apuntando hacia el Este.

   Al centro iba el Tabernáculo y las tribus de Israel por alrededor, tres tribus en cada extremo, y el Tabernáculo al medio, esto de que Yehudá va primero se confirma más adelante en Números diez catorce: La bandera del campamento de los hijos de Yehudá comenzó a marchar primero por sus ejércitos … Y más adelante cuando los hijos de Israel ya entran a la tierra prometida en el libro de Jueces capítulo uno se le pregunta a Elohim quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos. Y Yhuh respondió Yehudá subirá he aquí yo he entregado la tierra en sus manos … La tribu de Yehudá, en todo cumplimiento o en toda orden que el Señor mueve a los hijos de Israel, Yehudá irá primero. Y es exactamente así como ha sucedido con los hijos de Israel retornando a la tierra de Canaán hoy día.

   La promesa que el Señor da a los hijos de Israel van a poseer la tierra de Canaán, y que van a retornar todos en los tiempos postreros es cumplida primero en Yehudá. Pero luego viene el resto de las tribus.

   Entonces las cosas que vemos en el pasado, las historias de la Torá , las instrucciones de la Torá, lo que sucede a los padres va a suceder a los hijos tras una y tras otra generación repetidamente. Lo que sucede a los padres sucede a los hijos, es por eso que las historias que están en los libros que aparecen en la biblia son proféticas. Porque cualquier cosa que pasó a los padres sucederá a los hijos.

   Se recuerdan Abraham parte a Egipto porque hay una hambruna, en los tiempos de su hijo Isaac también hay una hambruna él también se dirige hacia Egipto, aun que el Señor le dice que se quede en la tierra de los filisteos a medio camino. Y después en los tiempos de Jacob también hay una hambruna y también se desciende a Egipto, y también YESHUA va a Egipto, y también nosotros fuimos a Egipto.

   Tenemos que mirar con otros ojos la Torá y las historias de la Torá, porque son una profecía viva de los tiempos del fin, especialmente el libro de Números. El libro de Números, les recuerdo, se llama el libro “En el desierto”, y porque se llama en el desierto? Bueno, por la primera frase que dice: Habló Yhuh a Moshe en el desierto de Sinaí Pero, la verdad es que este libro trata de cosas que sucedieron durante la estadía en el desierto.

   Y cuál es ese desierto? Lo que sucede a los padres, sucede a los hijos, ese desierto es nada más que una profecía de lo que van a pasar los hijos de Israel en los postreros tiempos. Estamos entrando en los postreros tiempos y los hijos de Israel van a entrar en un desierto, el Señor lo muestra.

   Y como van a reaccionar los hijos de Israel mientras estén en el desierto? Bueno, vimos como reaccionaban los hijos de Israel mientras estaban en el desierto al salir de Egipto. Entonces, cada cosa que sucedió entonces, es una profecía de lo que sucederá en los tiempos del fin, cuando el Señor saque a los hijos de Israel de las naciones y los haga pasar por el desierto.

   Miren lo que dice Ezequiel 20:33:

   Vivo Yo dice Yhuh el Señor que con mano fuerte y brazo extendido y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré, de las tierras en que estáis esparcidos con Mano fuerte y Brazo extendido y enojo derramado. Y os traeré al desierto de los pueblos y allí litigaré con vosotros cara a cara, como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros dice Yhuh el Señor os aré pasar bajo la vara, y os aré entrar en los vínculos del Pacto, y apartaré de entre vosotros a los rebeldes y a los que se rebelaron contra Mí. De la tierra de sus peregrinaciones los sacaré más en la tierra de Israel no entrarán. Y sabréis que yo soy Yhuh.

 

   Esto se refiera a la profecía futura de que viene el día, y el día ya está llegando, en que YESHUA va a sacar de las naciones a los hijos de Israel y los va a hacer pasar por el desierto. Dice de los pueblos, tal como lo hizo con nuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto. Lo que sucede a los padres, sucede a los hijos. La reacción de los hijos de Israel en el desierto debemos de conocerla hermanos, nosotros debemos de conocer el libro de Números, para ver como reaccionaron los hijos de Israel en el desierto. Para que cuando estén los hijos de Israel nuevamente en la misma situación, no cometan los mismos errores del pasado. Recuerden que el Señor juzgó a los hijos de Israel en el desierto, y la sentencia fue que no entraba ninguno a la tierra prometida salvo dos: Yehosha hijo de Nun, que le llaman hoy día Yehoshua, Josué le llamaron en castellano, y Caleb de la tribu de Yehudá. Yehoshá es de la tribu de Efraim, las dos tribus líderes. Siendo Yehudá el que tiene el reinado y Efraim, el que tiene la bendición. Eso quiere decir que es posible entrar a la tierra prometida, entonces sabiduría recibimos cuando vemos y aprendemos acerca de como reaccionaron los hijos de Israel en el desierto.

   ¿Para qué? Para nosotros no cometer los mismos errores, por eso el Señor nos llama siempre hacia las sendas antiguas. Y dice la Palabra que nos anuncia desde el principio lo por venir.

   Es necesario conocer el principio y volver a las sendas antiguas, para poder tener sabiduría y no cometer los mismos errores del pasado. Las herramientas y las armas poderosas el Señor las ha dado todas.

   Entonces continua por las tribus el capítulo dos; describiendo el orden de las tribus. Y la formación va ha ser esta: Rubén Shimón y Gad van a estar hacia el Sur, Dan, Asher y Naftalí hacia el Norte, Efraim Menase y Biniamin hacia el Oeste. Yo sé que quizás es difícil de recordar esto cuando uno lo escucha, pero quizás lo más importante será recordar que hacia el Este, marchando primeramente irá Yehudá hacia el Este, recuerden que desde el Este se entra por la puerta al Tabernáculo o al Templo, porque apunta siempre hacia el Este la puerta. Y a la parte de atrás, o sea en la parte Oeste hacia el mar, hacia el Mar Grande, hacia el mar que llamar hoy día Mediterráneo, va a estar Efraim, Menashé y Biniamín. Hermoso.

   Efraim siendo la tribu que tiene la bendición de primogénito que debería de recaer sobre Rubén, pero cayó sobre el hijo de Yosef que es Efraim y Menashé que es su hermano, recuerde la promesa para Efraim es que va a llenar a las naciones. Menashé, que es el hermano, que también va a llegar a ser un pueblo según la profecía que Yaacov entregó antes de morir. Y Biniamín, el hijo de la mano derecha que nació de Rachel, camino a Efrata en Bet Lechem (Belén) de Yehudá; Ben-Yad-Yamin (hijo-mano-derecha), el hijo de la mano derecha, esto recuerda la profecía del Mesías que dice que nacerá en Belén, y además el Salmo 110, … dice Yhuh a Mi Señor siéntate a mano derecha hasta que ponga a Tus enemigos por estrado de Tus pies … es una profecía también. Es hermoso la retaguardia, la parte de atrás, está a cargo de Efraim, y adelante van marchando con Yehudá primero.

   Pero esta no es toda la formación del Tabernáculo, porque les era prohibido a todas las tribus de Israel acercarse al Tabernáculo, o tocar los utensilios santos. Entonces, alrededor del Tabernáculo, que está en el centro, van a estar los Levitas. Y el Señor va a dar las instrucciones para el orden de los Levitas también.

   Números dos versículo treinta y tres:

   Y los Levitas no fueron contados entre los hijos de Israel como mandó Yhuh a Moshé. E hicieron hijos de Israel como todo lo que mandó Yhuh a Moshé, así acamparon junto a sus banderas y así marcharon cada uno con sus familias con casa de padres de él Capítulo tres:

   Y estas generaciones de Aharón y Moshé, en día habló Yhuh a Moshé en el Monte Sinaí.

   Capítulo tres, versículo cinco:

   Y habló Yhuh a Moshé diciendo: Trae et tribu de Levi, presenta a él ante Aarón el sacerdote y ayuden a él, y realicen et deber de él, y et deber de toda la comunidad ante tienda de reunión para hacer el trabajo de el Tabernáculo. Y guarden et todos los utensilios de Tienda de Reunión y et deber de hijos de Israel para hacer et trabajo de el Tabernáculo. Y harás et los levitas a Aharón y a sus hijos dados ellos a él de hijos de Israel, y et Aharón y sus hijos nombrarás, y guardarán el sacerdocio de ellos, y el extraño que se acerque morirá.

   Y habló Yhuh a Moshé diciendo: Y Yo, mira, tomé et los Levitas de entre hijos de Israel, en lugar de todo primogénito abridor de vientre, de hijos de Israel y son para Mí, los Levitas

 

   Se recuerdan que YESHUA es de la tribu de Yehudá, pero Miriam, la madre, tenía parentesco con los Levitas. Lucas 1:5, la crónica de Lucas relata: Hubo en los días de Herodes rey de Yehudá, un sacerdote llamado Zacarías de la clase de Abías, su mujer era de las hijas de Aharón, y se llamaba Elisheva. Elisheva era hija de Aharón y estaba casada con Zacharia, estos van a ser los padres de Yohanan, el que hacía las inmersiones-Juan el Bautista, y recordemos que en el mismo capítulo de Lucas, en el versículo 1:36, la mamá de YESHUA, la madre de YESHUA recibe la revelación de que Elisheva concebirá en su vejez y el ángel le dice: He aquí tu parienta Elisheva ... O sea, la madre de YESHUA era pariente de una hija de Aharón, de una Levita. Eso quiere decir que YESHUA, nuestro Maestro y Señor, es de la tribu de Yehudá y también de la tribu de Levi. Es Rey y Sacerdote.

   El reinado pertenece a Yehudá, pero los Levitas son los sacerdotes. ¿no es maravilloso hermanos? Alabado sea Su Nombre!

 

   Leo entonces del versículo doce:

   Y Yo, mira, tomé los Levitas, de entre los hijos de Israel, en lugar de todo primogénito abridor de vientre de hijos de Israel. Y son para Mí los Levitas, pues para Mí todo primogénito, en día de Mí golpear todo primogénito en tierra de Egipto separé para Mí todo primogénito en Israel, de hombre o animal para Mí serán, Yo Yhuh. Y habló Yhuh a Moshé en desierto de Sinaí diciendo: Cuenta et hijos de Levi, por casa de padre de ellos por familia de ellos, todo varón de hijo de mes y más los contareis. Y contó a ellos Moshé, según palabra de Yhuh, como fue ordenado. Y fueron estos hijos de Levi, por sus nombres Gershón y Coat y Merarí.

 

   Levi, uno de los hijos de Yaacov, tuvo tres hijos; Gershón, Coat y Merarí. Entonces, van a haber dentro de los Levitas tres diferentes grupos; los gershonitas, los coatitas y los meraritas. Y todos estos tienen a cargo el Tabernáculo de Reunión. Y Aharón y Moshé, van a ser hijos de Amrán que es el hijo de Coat, o sea son coatitas. Entonces, el Señor manda que se cuenten todos los hijos de Levi, de más de un mes, es importante lo que yo les digo de más de un mes, porque más adelante va ha ser ordenado a los hijos de Israel que todo niño, cuando cumple un mes, deba de pagar un tributo.

   Ahora el Señor va a dar instrucciones acerca de la formación de los Levitas alrededor del Tabernáculo, porque va a estar el Tabernáculo en el centro, después los levitas, y después todas las tribus de Israel.

   Versículo veintitrés del capítulo tres:

   Familias de gershonita detrás del Tabernáculo acamparán al oeste,

   O sea, la parte trasera del Tabernáculo, como yo les decía, va hacia el oeste.

   Y el jefe de casa de padre del Gershonita, Eliasaf, hijo de Lael y cuidado de hijos de Gershón en tienda de reunión; el Tabernáculo y la tienda. Su cubierta y velo de entrada de tienda de reunión, y cortinas del atrio y et velo de entrada del atrio que en el Tabernáculo, y en el Tabernáculo alrededor y et sus puertas para todos sus servicios.

 

   Entonces, me salto al versículo veintinueve:

   Familias de hijos de Coat acamparán junto a lado de el Tabernáculo al Sur.

   O sea, los de Coat al Sur, los de Gershón en la parte trasera del Tabernáculo hacia el Oeste, y el versículo 35 dice:

    Y jefe de casa, padre de familias de Merarita, Zuriel, hijo de Abijail, en lado de el Tabernáculo acampará al Norte.

   O sea, los Meraritas acamparán al Norte, y el versículo treinta y ocho dice quienes van a acampar adelante del Tabernáculo, hacia el Este, hacia el mismo lado que esta Yehudá:

   Y los acampantes ante el Tabernáculo al Este, ante tienda de reunión hacia Oriente, Moshé y Aharón y sus hijos responsables cuidado del santuario, el lugar de hijos de Israel, y el extraño que se acerque morirá.

   Todos contados de los Levitas que contó Moshé  y Aharón por palabra de Yhuh, por sus familias, todo varón de hijo de mes y más dos y veinte mil.

 

   O sea, veintidós mil Levitas fueron contados.

   Y dijo Yhuh a Moshé: Cuenta todo primogénito varón de hijo de Israel, de hijo de mes y arriba, y has et lista de sus nombres, y toma et los Levitas para Mí, Yo Yhuh.

   En lugar de todo primogénito de hijos de Israel, y et ganado de los Levitas, en lugar de todo primogénito de ganado de hijo de Israel. Y contó Moshé como mandó Yhuh a él et todo primogénito de hijos de Israel, y fue todo primogénito varón por lista de nombres de hijo, mes y más, por contado de ellos, dos y veinte mil tres y setenta y doscientos.

 

   O sea, veintidós mil doscientos setenta y tres. Entonces, Elohim decide de que en vez que los primogénitos de los hijos de Israel, que son de Él, Él va a tomar a los Levitas como dice en el versículo cuarenta y cinco:

   Toma et los Levitas el lugar todo primogénito de hijo de Israel y et ganado de los Levitas el lugar ganado de ellos, y sean para Mí los Levitas. Yo, Yhuh.

   Y rescate de los tres y los setenta y los doscientos, los excedentes de los Levitas de primogénitos de hijos de Israel, toma cinco de cinco de siclos para cada uno, del siclo del santuario toma, veinte Gera el siclo.

   O sea, los doscientos setenta y tres que exceden deben de pagar el rescate para no estar sirviendo de jornada completa, completamente, al Señor. Ya que el Señor dijo: Los primogénitos son míos, y después dice: No, Yo voy a tomar a los Levitas en vez que los primogénitos. Pero habían más primogénitos que Levitas, o sea, los primogénitos excedían al número de Levitas por doscientos setenta y tres. Entonces, para poder que estas doscientas setenta y tres personas no sirvieran al Señor en forma completa, ya que no pueden hacerlo tampoco porque no pueden acercarse al Santuario, entonces, para ellos, doscientos setenta y tres, había que pagar cinco siclos.

   Moisés tuvo que pagar esos cinco siclos y pasárselos a los Levitas y ahí quedaron todos los hijos de Israel afuera. Y así el Señor ordena más tarde de que cada varón de los hijos de Israel primogénito debe de pagar cinco siclos y esto aparece en Números 18:16:

   De un mes harás efectuar el rescate de ellos conforme a tu estimación por el precio de cinco siclos, conforme al siclo del Santuario, que es veinte Geras.

   Entonces, cada primogénito debe de pagar su rescate porque el Señor dice que cada primogénito pertenece a Él. Entonces, ¿qué nos dice el Señor acerca del Tabernáculo? ¿Acerca de la presencia del Señor? Que cada uno de sus hijos tiene parte en cuidar el Tabernáculo tiene su lugar, tiene asignado su lugar. Es como si tuviéramos dones diferentes: Yehudá tiene el don de poder ir primero y de recibir victoria, Efraim tiene el don de proteger la retaguardia, no es sólo un deber, es también un don porque el Señor no nos pone a hacer una misión para la cual no tenemos las herramientas para hacer. Y así todas las tribus de Israel, cada una por su lado.

   Y los Levitas tienen el don de poder estar cerca de las cosas santísimas, de ministrarle al Señor, de tocar las cosas santísimas.

   Hoy en día existen todavía los Levitas, aunque ya nosotros tenemos casi plena ignorancia, incluso los mismos Levitas no tienen conocimiento de que son de la tribu de Levi, salvo que YESHUA se los haya revelado por su puesto. Pero al estar más cerca de la tienda de reunión, éstos pueden interceder de mejor forma, pueden hacer un trabajo de sacrificio para el Señor, como es ordenado que los Levitas hagan. Un sacrificio, un sacrificio de adoración, de alabanza para poder ministrar al Señor, para poder interceder por el resto del pueblo: Cada uno de nosotros tiene dones, y los dones que YESHUA nos ha dado, nos han permitido estar y responder al llamado que YESHUA mismo nos ha dado. Y es tiempo de que nos levantemos y tomemos la posición que tenemos cada uno de nosotros, espiritual, en torno al Tabernáculo del Señor, a la presencia del Señor. Y que cada uno de nosotros opere en lo que el Señor lo ha llamado a hacer.

   Así como nos hemos dado cuenta de que los mandamientos del Señor, de que las fiestas por ejemplo, son para nosotros para hoy en día y no fueron anuladas por nadie, ni Constantino, ni nadie ha tenido el poder de anular mandamientos que son eternos. Entonces, así los mandamientos para poder estar ordenados alrededor del Tabernáculo, son para nosotros hoy en día. Y esto va más atrás que el tiempo del Templo, porque el Templo en Jerusalén ya no se movía, ya no había que llevarlo hacia un lado y hacia otro. Pero el Tabernáculo sigue siendo una realidad espiritual.

   ¿Recuerden el libro de Apocalipsis dice que el Tabernáculo en el cielo fue visto? O sea, existe un Tabernáculo espiritual del cual somos encargados, según la tribu que usted pertenezca, de cuidar, de ministrar, de proteger.

   ¿Qué es lo que tenemos que proteger del Señor, por ejemplo? Yo le digo, la Presencia del Señor hay que protegerla, porque Su presencia se desvanece rápidamente, es como una paloma, porque esa paloma es Elohim mismo, y las palomas si uno se mueve muy rápido se van. Entonces, el deber de proteger la presencia del Señor en nuestras vidas está entregado a nosotros.

    El reino de Elohim se ha acercado y es un reino sobrenatural, y todos debemos funcionar en el llamado que tenemos sobrenatural, para proteger la Presencia del Señor en nuestras vidas y para avanzar, no sólo proteger, también avanzar tomando el terreno en forma sobrenatural, con humildad y pureza espiritual. Que YESHUA nos dirija para responder a este llamado, alabado sea Su nombre!

 

   Entonces, terminamos con una oración.

   Te damos gracias YESHUA por el libro de Números, por esta primera porción del libro de Números. Te amamos mucho, te agradecemos por toda verdad que hemos podido escuchar ahora. Te agradecemos porque Tú nos revelas hoy en día Tu Amor, porque Tú estás con nosotros. Te pedimos Señor que en el continuar de este día, acercándonos al Shabbat de descanso o en el Shabbat de descanso, Tu Presencia Señor, aumente en el medio de nosotros. Que podamos entrar en el regocijo y la alegría de saber que Tú estás con nosotros, como dice el Salmo 126: Cuando Yhuh hiciere volver la cautividad de Sión seremos como los que sueñan. Entonces, nuestra boca se llenará de risa. Llénanos de Tu Ruach, de Tu Espíritu Señor, y llénanos de la risa que viene de Tu Espíritu, nos gozaremos y nuestra lengua se gozará también, y se llenará de alabanza alabando Tu Poderoso Nombre YESHUA.

   Yo te pido Señor que Tú pongas en el corazón de cada uno de los que escuchan estos mensajes el deseo de venir a la tierra de Israel, a Yerushalaim, y que también los bendigas con todo lo que necesiten, con todas las finanzas que necesiten para venir YESHUA. Que se levante Tu pueblo con mucho coraje diciendo: Yo voy a Jerusalén a celebrar la fiesta!

   Sabemos que Tú eres un Elohim Todo-Poderoso que todo lo puede hacer y que para Ti no existe ningún límite. Abre los cielos sobre cada uno de Tus hijos YESHUA aquellos que claman Tu nombre, que tienen el testimonio de YESHUA el Mesías, y que mantienen los mandamientos de Elohim. Para que haya sobreabundancia conforme al Pacto tuyo, conforme a las bendiciones del Pacto Señor, siempre como cabeza, siempre arriba y nunca abajo. Envía Tu salud Abba, Tu protección, en contra de toda enfermedades como dice el pacto: y apartaré toda enfermedad de tu medio … Y llena los graneros Señor, llena los graneros de toda bendición, llena las despensas de toda bendición, que haya que sacar lo añejo para poner lo nuevo, en la vida de cada uno de tus discípulos los que mantienen Tus mandamientos.

  YESHUA, restaura el pacto acuérdate de Tu Pacto y trae las bendiciones prometidas en el Pacto y enséñale a Tus hijos a mantener el pacto de una forma excelente, porque Tu Pacto es bueno, y Tus mandamientos son buenos, porque Tú eres bueno, y porque Tú eres amor. Te amamos YESHUA mucho!!

   Te damos gracias por escuchar esta oración, en el nombre de YESHUA.

   Bendito sea Tu Nombre, Kadosh Israel, el Santo de Israel.

   Shalom sea sobre Israel!

   Amén y amén!